Reflejo

 Trotó hacia el baño con urgencia y empujó la puerta. Cuando pasó frente al espejo se extrañó de lo que vio, pero la premura del instinto básico le impidió detenerse. Evacuó y volvió sobre sus pasos. Se detuvo frente al reflejo y no reconoció lo que veía. Recorrió los contornos, las formas y los tonos, pero no le eran familiares. Se parecían a los que había mirado cada mañana durante 34 años, pero no. Desde la cocina le llegaron las risas del programa de tv, y abandonó la inspección para volver al entretenimiento.

El tipo en la pantalla hablaba fuerte y gesticulaba mucho, los participantes del show, enfundados en ridículos disfraces, hacían pantomimas y piruetas, en un esfuerzo desmedido por hacer reír al público que festejaba con aplausos y vitoreos ensordecedores. Él observaba sin pestañar y con la boca entreabierta, hundido en el sofá con una cerveza en la mano, que siempre terminaba calentándose.

-Que hija de puta! Un día de estos la mando a la mierda- dijo no muy convencido.

Se hicieron las 12:46 y el peso sobre los hombros lo obligó a abandonar el sillón. Dejó la botella de cerveza en el piso,  junto a los 4 envases moribundos que se acumulaban de los días anteriores y se dirigió al cuarto. Los párpados raspaban y los pies se arrastraban, caminó en piloto automático hacia la habitación y se dejó caer sobre el colchón boca abajo. Divagó unos minutos con los ojos entrecerrados y luego los pensamientos regresaron al momento frente al espejo. Abrió los ojos grandes, se puso de pie y caminó otra vez al baño, se enfrentó al cristal y se quedó mirando. Levanto la mano derecha, izquierda en el espejo, y se hundió el índice en la mejilla. Lo deslizó hasta el mentón y volvió a subir hasta la nariz. Se puso de perfil y observó de costado.

-Soy yo?

Su voz reverberó.

-Si, sos vos.

Dijo, sin intención de decir. Sus labios se movieron pronunciando esas palabras sin permiso. Se quedó estupefacto inquiriendo el espejo, y descubrió una pequeña, minúscula mancha, un punto, color azul, del tamaño de la pinta en el cuerpo de una mariquita. Acercó la cabeza al vidrio para ver mejor, frunciendo el ceño para agudizar su defectuosa vista, tan cerca que su respiración empañaba formando una pequeña nube traslúcida que aparecía y desaparecía. La mancha vista de cerca parecía mas bien un pequeño hoyo que atravesaba el cristal. Giró un poco la cabeza buscando entender y con la uña anular raspó. El espejó se curvó al contacto con su dedo en la zona de presión, y él asustado lo retiró en un reflejo apurado. La curiosidad pudo más y volvió a ejercer presión, ésta vez con la palma abierta. El cristal se hundió bajo la forma de su mano y comenzó a cubrirla como si fuese mercurio líquido. Movió los dedos sintiendo la consistencia, fascinado con lo que sucedía. Al intentar sacar la mano notó que algo lo tomaba, el reflejo de su mano en el espejo no copiaba lo real, sino que lo sostenía por la muñeca. Aterrado levantó la vista y se encontró a su imagen observándolo sonriente.

-Te tengo!

La fuerza lo arrastró hundiéndolo hasta el hombro, apoyó los pies contra la pared intentando resistir pero su reflejo seguía engulléndolo suavemente, hasta que sus piernas flaquearon y lo tragó completo.

 

Ya no duermo, no puedo, el cansancio  se expresa también de este lado, pero no es posible dormir. Tampoco como, ni salgo, ni sonrío, a no ser que él lo haga. Mi vida transcurre en los 6 metros cuadrados de este cuarto duplicado. Cuando las luces se apagan me quedo parado en la oscuridad. A veces empujo el cristal, en vano, de éste lado no cede. Cada mañana lo oigo levantarse y lo veo entrar al baño. Me saluda al pasar y copio involuntariamente cada uno de sus movimientos, nos lavamos la cara, nos cepillamos los dientes, y luego se dirige a la cocina a desayunar. Yo lo observo desde un costado del reflejo que habito. Sorbe mi café y come mis tostadas. Luego se levanta de la mesa, camina hasta la puerta de salida, traspasa el umbral y antes de cerrar me grita: Me ocupé de ella, no va a volver, nos estoy haciendo un favor. Te dejo la tele encendida . Nos vemos.

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