Brisa

 Mi nombre es Fito. Me lo pusieron por Adolfo, el papá de mi mamá, y por Rodolfo, el músico preferido de mi papá.

Tengo una hermana llamada Mora, como un jugador de fútbol. Mora tiene una misión, nunca me dijo cuál, pero estoy seguro que la tiene porque siempre está entrenándose para cuando llegue el momento.
Pasamos mucho tiempo sólos en casa, mis papás salen bastante, y yo aprovecho a mirar libros y pensar. Con el tiempo he llegado a conclusiones asombrosas, acerca de muchos asuntos interesantes. Cada vez que mis papás llegan a casa corro emocionado y les cuento los nuevos descubrimientos, pero ellos me piden que me calme, que no grite, que "bueno, bueno!!". Sospecho que no me entienden. A veces pareciera que si porque saben cuando tengo hambre o cuando quiero que me acaricien, pero cuando quiero contarles sobre alguna de mis increíbles reflexiones me piden que me calle. Mi hermana parece resignada y hace años que habla poco, lo justo. Ella es mayor que yo y los conoce mejor. Supongo que habrá intentado comunicarse antes con mi misma suerte. Ahora ocupa su tiempo perfeccionando sus técnicas escapista para cuando llegue su momento, como dije tiene una misión y no dudo que va a cumplirla. Ojalá pueda acompañarla ese día, me encantan las aventuras y no quisiera que se fuera sin mi.
Por las noches, cuando ellos duermen, me paró frente a la ventana del dormitorio y observo el mundo, ese pequeño mundo mío, alumbrado por un farol naranja. Aveces veo a papá mirándome en la oscuridad y siento que sabe lo que pienso o que quiere saber, realmente lo desea, pero no está listo, no está conectado como yo, él sólo entiende las cosas sencillas.
Hay un libro que es mi preferido, los leí a todos pero uno me gusta mas, se llama Relatos y cuentos, de Horacio Quiroga, en la tapa hay un dibujo de una señora, 3 chicos como yo y un chico mas grande. En esas historias todos comprenden muy bien lo que dicen todos y me gusta imaginar que todo puede ser así.
Por la ventana también veo a una señora viejita que duerme en el patio, ella entiende cuando hablo pero no le interesan mis hallazgos, dice que está cansada y que ahora sólo quiere disfrutar de las cosas simples.
Mis descubrimientos más importantes siempre llegan mientras miro por la ventana. Por ejemplo cuando descubrí que los pájaros nunca bajan en mi patio, que mi abuela habla con alguien a quien nunca veo, que mi hermana no le tiene miedo a nada o que mi mamá, a pesar de no entenderme del todo a mi, se comunica con las flores.
Pero hace poco descubrí algo mas. No se bien como describirlo. Es algo así como el viento, que no lo veo pero lo siento cuando la ventana está abierta. Ese viento, o brisa, porque es suave, me acaricia por dentro cuando estoy con mi familia. Cuando estoy con mi hermana me acaricia en las patitas, cuando estoy con mi papá me acaricia en las orejas y cuando estoy con mi mamá me acaricia en todos lados. Y ahí siento que ella si me entiende todo lo que digo, todo lo que mi papá no llega a comprender, ella si lo comprende, si lo siente. Ella le dice amor, yo le digo brisa.

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